Las criptomonedas generan cada día que pasa un interés mayor en la sociedad, canalizando hacia ellas todo tipo de conversaciones y, lo que es más importante, numerosas inversiones. El número de transacciones se ha elevado de especial manera durante el pasado año 2017, dando lugar a un movimiento en el mundo de las monedas virtuales que hasta ahora este no conocía.
Sin embargo, aunque el pensamiento general de estas nuevas divisas está enfocado hacia ellas como una herramienta de especulación y orientada a ganar dinero, la realidad es que estas nacieron bajo unos enfoques muy diferentes, como el de los contratos inteligentes.
La tecnología que subyace en la mayoría de las criptomonedas, el blockchain, permite que estas puedan aplicar una serie de características para realizar acciones de manera descentralizada. Esto es, sin depender de manera directa de ningún gobierno ni de las decisiones de otras entidades controladas por un país o grupo de ellos. Entre estas aplicaciones destaca la del contrato inteligente por las posibilidades que ofrece a todos los niveles, una tecnología que utiliza, por ejemplo, la moneda Ethereum.
Índice de Contenido:
¿Qué es un smart Contract o contrato inteligente?
En líneas generales, un contrato inteligente o smart contract se puede definir como el software que permite llevar a cabo de manera garantizada el cumplimiento de un acuerdo realizado por dos partes independientes sin que ninguna otra acción pueda interrumpirlo.
Sería, dicho de otro modo, un programa encargado de que ejecutar una acción determinada cuando se cumpla la acción que previamente se ha establecido para ello.
Al no estar controlado por ninguna de las dos partes que compone el trato, los contratos inteligentes ofrecen la seguridad de saber que este se hará efectivo sin que un agente externo pueda impedirlo.
Un acuerdo estándar se transforma así en un smart contract, que es lo que quiere marcar tendencia en varias de las criptomonedas actuales para diferenciarse así de las demás. Cuando pase esta primera fiebre del mundo de las criptodivisas, lo que quedará será precisamente esta tecnología que ayudará a impulsar unos pagos y unas transacciones online que comenzarán a ser el estándar de aquí en adelante.
Smart contract y Ethereum
El concepto de los contratos inteligentes va ligado a Ethereum de manera frecuente dado que esta es la principal característica de esta moneda. La plataforma Ethereum fue creada por el ruso Vitalik Buterin, quien tuvo siempre claro que los contratos inteligentes debían de ser la principal función de todo este sistema, diferenciándolo así de otras divisas virtuales que también están en auge en la actualidad y que, de la misma manera que ocurre con esta, están basadas en blockchain.
Ethereum es, a día de hoy, la criptomoneda que más abandera los contratos inteligentes porque resulta ser también una de las más populares del momento. Conforme le precio del Bitcoin fue aumentando, otras monedas secundarias como el Ethereum comenzaron a experimentar un mayor número de inversiones que ha llevado a que en la actualidad hayan visto su valor aumentado de una manera casi tan brusca en términos porcentuales como ocurrió en su día con el Bitcoin.
A decir verdad, es obligatorio mencionar que los contratos inteligentes no son una de las herramientas más populares hoy por hoy debido al amplio fin especulativo con el que se usan las criptomonedas, aunque ganan relevancia conforme pasa el tiempo y más personas y entidades deciden dar el paso de comenzar a trabajar y llevar a cabo acuerdos profesionales mediante estas. Por el momento, lo único que se puede afirmar es que la tecnología está ahí, augurando un futuro más que prometedor para las monedas virtuales.
Contratos Inteligentes fuera de ETH
Los contratos inteligentes, si bien no son una exclusividad de Ethereum en la teoría, casi lo son en la práctica. Hay otras plataformas, como Lisk, que también se enfocan hacia esta vertiente, pero ninguna ha conseguido la tracción que tiene a día de hoy Ethereum y es difícil que lo consigan a corto plazo por el interés especulativo mencionado.
Resulta evidente que llegará un día en el que los smart contracts estén altamente popularizados no solo entre aquellas personas del sector con más conocimientos, sino entre el grueso social que podrá hacer uso de ellos a través de herramientas sencillas e integradas en las plataformas que más se utilizan de manera habitual.
A pesar de ello, el uso de los contratos inteligentes continuará siendo minoritario hasta que los procesos se estandaricen, aparezcan ciertas regulaciones al respecto para dotar de una todavía mayor seguridad al conjunto total del proceso y, por supuesto, el uso de las criptomonedas deje de verse como una fuente de enriquecimiento personal y pase a considerar como una divisa más.